HOME
Crecí en un pequeño paraíso. Cada fin de semana mi papa nos llevaba alrededor del país. El paisaje era inspirador, pequeñas casas de adobe con techos de teja roja, esparcidas por las montañas y cultivos.
Con el paso del tiempo, fue imposible no notar el cambio. El escenario completo del interior guatemalteco se transformó en un marcado y obvio signo de las migraciones y sus efectos. Las casas altas se levantaban hasta 4 niveles en el horizonte, la arquitectura vernacula y los trajes desapareciendo para siempre. La bandera de Estados Unidos presente en los torsos de las personas en una playera, en frasadas, bandanas y hasta en fachadas de casas.
Estas imagenes han sido recolectadas a través de varios años en un cuerpo de trabajo que yo llamo: HOME. Se trata de una mirada menos tradicional sobre el indígena y su cultura, una visión actual sobre las migraciones al norte, con todo y sus ganancias y sus pérdidas.
